El Foro Feminista frente al Libre Comercio y la Gran Asamblea feminista se realizó en el marco de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC, construyendo soberanía” entre los días 11, 12 y 13 de diciembre en Buenos Aires, Argentina, frente a la realización de la 11º Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio en esta ciudad.
La 11º Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, del 10 al 13 de diciembre de 2017. Gobiernos de 164 países y grandes empresas vuelven a centrar su atención en la OMC, especialmente en nuevas normas que buscan fijar oportunidades para obtener ganancias en la economía digitalizada del futuro en detrimento de avanzar en medidas de desarrollo equitativo y reducir la desigualdad. Puertas afuera de la Conferencia, mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries, gays, afroargentinas, afrodescendientes, migrantes, desplazadas, refugiadas, indígenas, negras, campesinas, trabajadoras autogestionadas de diversas regiones, sectores, identidades, etnias y culturas nos sumamos al espacio de Confluencia de movimientos Fuera OMC a construir una agenda alternativa de los pueblos y celebramos el fracaso de las negociaciones lideradas por un proyecto de globalización económica neoliberal y corporativista.
Lejos de ser una verdadera “ronda de desarrollo”, dejó en claro las tensiones entre los países, los desequilibrios de poder y las crisis sociales que se hicieron sentir desde la antesala de esta Ministerial. Mientras los países ricos y las empresas impulsaban nuevas reglas para desregular el comercio electrónico y propiciar la libre circulación de datos en poder de grandes transnacionales, evadiendo obligaciones de las corporaciones en materia de impuestos, derechos laborales o de protección de la privacidad de ciudadanos y consumidores, al mismo tiempo las resistencias de los países en desarrollo seguían insistiendo en proteger la soberanía popular, la agricultura y soberanía alimentaria, y permitir la adopción de políticas de servicios públicos de agua, electricidad y otras necesidades básicas.
El “Foro Feminista frente al Libre Comercio” tuvo lugar en la Cumbre de los Pueblos en paralelo a estos debates oficiales para analizar las tramas de la violencia económica y el impacto del llamado “libre comercio”; debatir sobre cómo afecta la apertura comercial a las condiciones de vida y compartir saberes y alternativas de base y feministas frente al libre comercio.
Desde nuestras distintas luchas buscamos transformaciones estructurales profundas que desafíen las políticas macroeconómicas neoliberales y extractivistas que profundizan las desigualdades entre las personas y los pueblos y aumentan la degradación ambiental. Como mujeres, afroargentinas, afrodescendientes, migrantes, desplazadas, refugiadas, indígenas, negras, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries, gays, campesinas, trabajadoras autogestionadas y de la economía popular, del campo y de la ciudad, decimos que ese modelo se agotó y trabajamos por un modelo de desarrollo alternativo con justicia ambiental, antipatriarcal, antirracista y anticapitalista.
Como sociedad civil no hemos sido invitadas a estos debates. Hemos sido excluidas y expulsadas también. Nos sumamos a las cartas de solidaridad ante las acciones de persecución política del gobierno argentino que vetó el ingreso al país y la participación de representantes de organizaciones que ya habían sido acreditados a la Reunión Ministerial Oficial. No hay nada que sustente esta decisión y es un claro ataque a las prácticas democráticas de estos procesos que de por sí ya son precarios, débiles y poco transparentes. Estas acciones son claros signos de silenciamiento de las voces críticas al avance de la llamada globalización del poder corporativo.
Con respecto a la agenda y los debates sobre la liberalización de los flujos comerciales y financieros evaluamos que existe suficiente evidencia desde la Economía Feminista que confirma que ésta impacta en forma diferencial en nuestra vida cotidiana y en el trabajo remunerado y no remunerado -doméstico y de cuidado- y profundiza las desigualdades y la pobreza, ampliando el desempleo y la informalidad. Además, la explotación financiera, la bancarización y el endeudamiento compulsivo de los sectores populares, genera lazos de sujeción en las mujeres, dificultando de hecho su autonomía económica. Por otra parte, la precariedad que el sistema promueve acaba degradando los tejidos sociales y comunitarios solidarios, exponiéndonos a situaciones de vulnerabilidad y profundizando todas las formas de violencias heteropatriarcales.
Las corporaciones sacan ventaja de la desigualdad de género. En este sentido, lo que para nosotras son desigualdades estructurales, para los gobiernos y empresas son ventajas comparativas que se expresan en menores salarios y peores condiciones de trabajo. La firma y el posterior éxito de estos tipos de acuerdos comerciales, basados en una división internacional del trabajo desigual, es posible porque se asienta sobre una arquitectura también desigual con respecto a las relaciones de género, mientras sus nefastos efectos se refuerzan y profundizan en esa estructura patriarcal y heteronormada. Utilizan nuestras situaciones precarias y de desigualdad para jalar a la baja todos los estándares laborales y utilizan al trabajo no remunerado doméstico y de cuidados gratuito, que constituye una doble carga de tiempo global en nuestros cuerpos, como un amortiguador esencial del sostenimiento de las vidas. Las vidas que arroja este sistema en la crisis y la precariedad creciente que esta crisis civilizatoria involucra, se sostienen en base a este trabajo gratuito.
Desde un feminismo movilizado por los problemas políticos de nuestros tiempos y territorios, al que le preocupan las múltiples opresiones estructurales y cotidianas de nuestras vidas, que viene luchando en el cotidiano y multitudinariamente, que busca instalar lo asambleario en sus prácticas de construcción e interpelación, un feminismo que arriesga y se arriesga desde la indignación y la esperanza, denunciamos:
El ensañamiento contra las mujeres, niños/as y jóvenes mapuche que muestra que para avanzar sobre los territorios, las tramas de la violencia estatal tienen que hacer de la represión sobre los cuerpos el foco de su proyecto colonial. Los procesos de represión sistemática que están atravesando a la Patagonia no son una política aislada de lo que ocurre en otros países de Latinoamérica/Abya Yala donde el modelo extractivista empresarial estatal (que avanza a través de múltiples Tratados de Libre Comercio), hace uso de una política criminal que adquiere una ferocidad extrema sobre lxs defensorxs de territorios en resistencia y las identidades que consideran improductivas para su “modelo de desarrollo”.
También denunciamos las políticas xenófobas y discriminatorias hacia las y los migrantes y sus familias que sufren los impactos de la excluyente prioridad de valorizar al capital y el poder corporativo que fomenta la explotación laboral. La búsqueda de más inversión extranjera da pie a la firma de tratados comerciales que impulsan la globalización y los flujos de capitales, mientras que se criminaliza y se pone en tela de juicio la movilidad de las personas en el mundo. Hoy sabemos que las personas migrantes son una gran contribución al desarrollo internacional y a la sociedad con su trabajo, con más de 600 mil millones de dólares de producción y remesas a su países de origen, tres veces más que la ayuda internacional. Exigimos que la OMC vaya más allá de esta visión productiva y vea la migración como un derecho humano (nacional, regional y global), con la libertad de transitar los territorios sin ser criminalizadxs, basada en la construcción de una ciudadanía universal.
Por todo expresamos nuestro rechazo a la Declaración Conjunta sobre Libre Comercio y Empoderamiento Económico de las Mujeres lanzada en la Reunión Ministerial que está alineada con los principios del neoliberalismo y las reglas de juego de la OMC. Esta declaración está basada en una visión reduccionista y binaria del empoderamiento económico de las mujeres, sin abordar los impactos negativos como las amenazas a los medios de vida de las mujeres, lesbianas, trans, travestis, identidades disidentes, urbanas, campesinas, racializadas, indígenas, afro y quilombolas. Las reglas comerciales que promueve la OMC favorecen la privatización y restricción de acceso al agua y la tierra, y servicios de salud, de educación, de decisión comunitaria y un largo etcétera, que limitan el acceso a bienes y servicios básicos esenciales, la protección de patentes que elevan los costos de semillas y medicamentos, y la promoción de formas productivas promoviendo la baja de todos los estándares laborales, salariales y de protección social, lo que nos afecta gravemente. Repudiamos el uso político de nuestras luchas y reivindicaciones para salvar una Conferencia fracasada. ¡No en nuestro nombre!
Luchamos por alternativas a la crisis climática, de cuidados, financiera y civilizatoria. Alzamos la voz por las democracias participativas en nuestra región y en el mundo. Abrazamos a las compañeras del Movimiento de Mujeres del Kurdistán, que nos traen su experiencia de economía y ciencia de las mujeres. Nuestro objetivo es llamar a un compromiso político transformador y alternativo para cambiar las reglas comerciales y el sistema financiero; que sean sustentables social y ambientalmente y que sean enmarcados en compromisos cumplidos y que sirva al respeto, protección y cumplimiento de los derechos humanos.
El G-20, al igual que la OMC y todos los Tratados de Libre Comercio, sólo refleja la sed de lucro de las empresas transnacionales y no las necesidades de los pueblos. No es casual que tanto la OMC como el G-20 se realicen en Argentina: este país quiere mostrarse como un líder regional en la liberalización comercial y el neoliberalismo. De cara al próxima reunión del G-20 que tendrá lugar en Argentina durante el 2018, exigimos que se garanticen las prácticas democráticas, de acceso y participación de la sociedad civil.
La desmilitarización de nuestros cuerpos y territorios por la recuperación de territorios para el buen vivir y no para el extractivismo asesino. Justicia y reparación simbólica y económica para las personas trans, travestis y transgéneros, afrodescendientes que padecieron la criminalización. Por la implementación del cupo laboral trans y todas aquellas medidas que garanticen la inclusión laboral en empleos dignos ¡Reconocer es reparar!
Reparación y justicia para los pueblos del Caribe, que padecen la invisibilidad y, a la vez, la expoliación de sus bienes comunes, explotación de sus trabajadores/as ¡Solidaridad con las mujeres y el pueblo de Haití!
Garantizar la no persecución y criminalización de todas las defensoras y defensores de los derechos humanos, asegurando su protección ¡Libertad a todxs lxs presxs políticxs!
¡Justicia por Diana Sacayán, Isabel Arce Vera, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, José Delfin Acosta, Massar Ba! Y por todxs que han sido perseguidxs y asesinadxs en las luchas populares de América Latina, simbolizados en el nombre de la luchadora popular Berta Cáceres de Honduras.
Convocamos a las Organizaciones Sociales y Movimientos de la Cumbre de los Pueblos #Fuera OMC:
A movilizarnos el próximo 2 de marzo para exigir esclarecimiento del femicidio territorial de Berta Cáceres, condenar el golpe de Estado y la represión sistemática en Honduras. Este golpe de 2009 profundizó las formas de avasallamiento de las democracias y siguió en otros países del continente ¡Berta vive! ¡La lucha sigue!
A construir un Paro Internacional de Mujeres para este próximo 8 de Marzo desde una nueva y amplia visión del trabajo donde no solo se tenga en cuenta el trabajo remunerado, sea formal o informal, sino que incluya el pleno reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. Sin este trabajo no se podría sostener la vida. Llamamos a construir el Paro, como nueva herramienta política, en asambleas y espacios de encuentro, compartiendo las implicancias de nuestros trabajos, de nuestras condiciones laborales y de vida.
Seguir avanzando en las luchas de resistencia a la presente ofensiva del capital internacional contra los derechos de los pueblos, en la construcción colectiva de la edición del Foro Social Mundial 2018, en Salvador, Bahía, Brasil, del 13 al 17 de marzo. En ese marco, participar todas juntas el 16 de marzo en la Asamblea de Mujeres, organizar un taller autogestionado para evaluación del Paro Internacional del 8M y un espacio de encuentro para construcción de acciones de cara a la reunión del G20 ¡Resistir es crear, resistir es transformar!
Encontrarnos en octubre en Trelew, en el Encuentro Nacional de Mujeres en Argentina, creando un espacio de intercambio y debate sobre las implicancias del libre comercio en nuestras vidas.
Reivindicar la Matriz Afro de nuestros países tan profundamente negadas integrándonos todxs como sociedad a esta lucha y convocamos a encontrarnos y sumar a la celebración el 25 julio “Día Internacional de las Mujeres Afrocaribeñas, Afrolatinas y de la Diáspora” y el 8 de noviembre “Día Nacional de los/as afroargentinos/as y de la cultura afro en Argentina”. Nos negamos a olvidar la inmensa cuantía económica que la Comunidad Afro generó con su trabajo bajo el yugo de la esclavitud.
El fracaso de la ministerial de la OMC es la oportunidad para seguir avanzando y Construir el Segundo Foro feminista frente al Libre comercio en paralelo a la reunión del G20 en noviembre en Buenos Aires.
La resistencia global se ha hecho ver y escuchar en diciembre en Buenos Aires. Una vez más, adonde vayan los grandes foros globales, los esperará la resistencia de los pueblos luchando por sus derechos. ¡Internacionalismo popular para vencer!
¡Como feministas nos movilizamos frente a la liberalización del comercio, la violencia económica y el neoliberalismo, y exigimos relaciones de género más equitativas, justicia económica y ecológica!
¡La lucha es global y feminista! ¡Mujeres, trans, travestis, lesbianas, negras, migrantes, desplazadas, refugiadas, afrodescendientes, indígenas, campesinas, hermanadas frente a la crisis civilizatoria!
Foro Feminista frente al Libre Comercio y Gran Asamblea feminista Cumbre de los Pueblos: “Fuera OMC, Construyendo Soberanía” Diciembre 2017
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