Una de las consecuencias de la pandemia del virus COVID-19, iniciada a comienzos de 2020 fue una profundización de las desigualdades estructurales, sociales y de género a nivel global y nacional. Las dimensiones del impacto se pueden identificar con claridad si analizamos las variables de clase y género. Esto se expresa en fenómenos tales como el endeudamiento para pagar servicios o comprar productos de primera necesidad de los sectores populares en general y particularmente de las mujeres. Este contexto de crisis provoca la puesta en riesgo de la sostenibilidad de la vida, porque entre otras cosas dificulta el acceso de gran parte de la población a necesidades básicas como la alimentación, el cuidado y la salud.
Los cuidados comunitarios en tiempos de COVID-19
Actualizado: 24 abr
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